Para medir el tamaño de las partículas que conforman la materia es necesario estar consientes de lo que significa una medición de un objeto.
Mijaíl V. Lomonosov era capaz de entender una pieza de oro por la forma de la laminilla con un grosor menor que la diezmilésima de centímetro, se llama oro de hoja. El pensaba que un átomo de oro no podía ser mayor que esa magnitud. Para representar esta magnitud se anota así:
1 pm= 1 x 10⁻⁶ m
Benjamín Franklin, siguió otro camino para medir o calcular el tamaño del átomo o una molécula, pensó que al derramar una cucharita de aceite, cuatro centímetros cúbicos sobre la superficie en un estanque,, aplicando la formula del volumen de un cilindro, suponiendo, que la altura del cuerpo era el espesor de la molécula de aceite, calcularía el tamaña aproximado para una molécula de aceite.
Thomas Young, al estudiar los fenómenos de capilaridad de los líquidos estimo que la dimensión del átomo no superaba a los 10⁻⁹ cm.
Robert Brown, observó granos de polen en diferentes solventes comportándose de una manera muy peculiar, en un movimiento que hoy lleva su nombre browniano. Llegó a la conclusión de que los granos de polen no pueden a ser mayores a 10⁻⁹ cm= 0.000000001 cm.
Joseph Loschmitd, determino que las dimensiones de un átomo eran mas o menos 10⁻⁸ cm mientras que el peso absoluto de hidrogeno era solo de 10⁻²⁴ gramos.
Conclusión: en el caso de las chaquiras tuvimos que emplear una formula, por que eran muy pequeñas y no podíamos contarlas una por una ya que nos tardarías mucho y no siempre se podría hacer eso, y no sabes que tipo de sustancias nos darán.
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